Siempre es agradable poder pasar unos días de relax en Iparralde, y mejor aún cuando descubres algunas iniciativas locales interesantes. Y así fue que en el pequeño pueblo de Senpere, más conocido por Herri Urrats, me encontré con la bodega Mahatsa. Siempre en busca de un buen vino orgánico, noté botellas de cerveza llamada “Sorioneku” en el escaparate. La palabra “Sorioneku” parece estar en todas partes hoy en día, pero en este caso fue bueno saber que la cerveza “Sorioneku” había sido producida por la empresa local Egiazki en colaboración con una pequeña cervecería en Navarra con ánimo de ayudar a las ikastolas en el norte de la País Vasco. Como explica Adrien, el dueño de Le Cave Mahatsa, 10 céntimos de cada botella vendida van a Seaska pero, y por su parte, él mismo da otros 10 céntimos de cada botella vendida a la ikastola local.
Al preguntarle a Adrien si tenía vinos orgánicos, me informó que solo vendía vinos orgánicos. No solo eso, pude pagar en euskos ya que ahora es el “eusko banco” local para cualquiera que quiera cambiar sus euros en “euskos. Siempre es bueno ver a l@s pequeñ@s productores y comerciantes tan interesad@s en ayudar a su comunidad y economía local y, con suerte, algún día podremos vender algunos de los vinos que ofrece a nuestr@s propi@s consumidores. Mientras tanto, si alguna vez estás en la comarca de Senpere, vale la pena detenerse en La Cave Mahatsa y Adrien estará muy feliz de practicar su euskera contigo. Y casi me he olvidado de decir que siempre hay algunas obras de arte en exhibición ya que Adrien también es un amante del arte.