El escritor irlandés WB Yeats describió una vez los sucesos del Levantamiento de 1916 como “una belleza terrible”. El término también podría usarse para describir a Lemoiz, un pequeño pueblo rural que se desliza soñoliento hacia el mar y su pintoresco puerto de pescadores de Armintza, pero también es un pueblo que todavía lleva las secuelas de la lucha para el primero de lo que habría sido cuatro centrales nucleares en el País Vasco. Lamentablemente, era demasiado tarde para impedir la destrucción de la hermosa cala de Basordas, que aún da testimonio de una lucha que costó tantas vidas. Pero recorriendo la costa vizcaína nada explica lo sucedido y tanto a las generaciones más jóvenes como a los extranjeros les da un susto cuando se les aparece el fantasma de la central nuclear.
Sin embargo, si la terrible presencia de esta central nuclear es el mayor problema ambiental al que ha tenido que enfrentarse Lemoiz, lamentablemente no es el único. El interior de Basordas también ha sido transformado por las enormes plantaciones de monocultivos de eucaliptos y campos de pastos invasores de la pampa. El pueblo también ha sido el infortunado anfitrión de un vertedero de cola que, aunque está temporalmente inactivo, parece que bien podría volver a abrirse para ayudar a “solucionar” el problema de Bizkaia y el aumento de residuos. Periódicamente en los últimos años ha recibido residuos de otros vertederos y siempre existe la preocupación de que se vuelva a abrir. Además del vertedero oficial, Lemoiz también ha sido el anfitrión ilegal de enormes cantidades de desechos tóxicos de lindano que se vertieron ilegalmente allí en la década de los años ochenta. A pesar de saberlo desde hace años, hasta ahora las autoridades no han hecho nada y es solo a raíz de que Ekologistak Martxan haya hecho una denuncia que el Ayuntamiento de Mungia (el vertedero está en terrenos que en esa época pertenecía a Mungia) el Gobierno Vasco se ha visto obligado a actuar.
Pero los habitantes de Lemoiz no se resignan a aceptar este legado y recientemente un grupo de ellos formó el grupo Lemoiz Natura para hacer lo posible por devolverle a Lemoiz su belleza natural y denunciar cualquier amenaza al medio ambiente. Otro objetivo es concienciar a las personas sobre la necesidad de proteger nuestra biodiversidad, y más en particular los árboles, flores y plantas autóctonas, aves, insectos, los arroyos, la costa y el mar. De hecho, una de las primeras acciones que tiene pensado hacer Lemoiz Natura es la limpieza de uno de los arroyos que ha sido contaminado por residuos plásticos del vertedero. También esperan participar en diversos programas de ciencia ciudadana para incrementar el conocimiento de la naturaleza y fomentar la necesidad de protegerla. Naturalmente, BBT hará todo lo posible para ayudarlos con esto y les deseamos muchísima suerte.